16. Resumen y conclusión

A todo responsable de Tecnologías de la Información (TI) le interesa instalar el sistema operativo "más capacitado al menor precio". Ahora que Linux está disponible gratuitamente como un sustituto completo en la mayoría de tareas rutinarias de un servidor Microsoft Windows, los sistemas actuales basados en Microsoft pueden ser convertidos con costes mínimos, pero obteniendo grandes beneficios en reducción de costes de licencias y ninguna obligación de seguir el servicio de subscripción de licencias de Microsoft. Más allá del plano económico, las empresas de TI podrán ahora lograr la máxima libertad para conseguir sus objetivos, quizás por primera vez en su historia. Muchas de las limitaciones impuestas por los fabricantes, los gastos y las imperfecciones pasarán a ser cosa del pasado al emplear software Open Source.

Ahora más que nunca, con las exigencias de seguridad que imperan a nivel mundial, la aceptación y compra por mera costumbre de productos Microsoft sin una adecuada, justa y objetiva evaluación de alternativas Open Source, de terceras empresas y UNIX/Linux es injustificable, y podría incluso dar ejemplo para actitudes de falta de ética y negligencia, si no incompetencia. Es un hecho conocido y comprobado que los productos Microsoft son especialmente inadecuados en el área de los sistemas informáticos de confianza.

Para aquellas organizaciones que han invertido (normalmente mucho) en los sistemas operativos Microsoft Windows NT y 2000, debería ser inaceptable continuar justificando los grandes gastos necesarios para corregir las inferioridades en seguridad y capacidad de los sistemas Windows y sus aplicaciones. Aquí yace el "mundo real" de la superioridad esencial del sistema Linux: una amplia variedad de beneficios, mejoras y nuevas capacidades está disponible a un coste bajo o nulo. Linux es totalmente gratuito, sin ningún coste en licencias por ninguna de sus capacidades, ni ahora ni nunca. Como se menciona anteriormente, el TCO de los entornos Linux es enormemente inferior a los de Microsoft Windows.

Allí donde Linux no es el sustituto ideal, UNIX puede cumplir el papel. En tareas como comercio electrónico o finanzas de alto volumen, no hay mejor solución que una migración a una máquina multiprocesador con un UNIX convencional. El coste inicial puede parecer alto, pero los beneficios relacionados con un menor gasto en personal de administración, menos servidores para ocuparse de la carga asignada, menor consumo eléctrico, y por supuesto su gran capacidad de proceso, harán desaparecer esas inquietudes. En muchas áreas de alta demanda, Linux no está aún a la altura de una versión de alta demanda de UNIX, pero esa distancia empieza a desaparecer rápidamente.

Puesto que una masa crítica de aplicaciones comienza a estar disponible para las estaciones de trabajo OS X de Apple, el mundo de las TI tendrá que levantarse y tomar en gran consideración este OS estelar y su entorno de usuario pulido, amigable y poderoso. Para el administrador, todos los comandos esenciales UNIX y las capacidades de scripting están presentes o se añaden con facilidad, y la experiencia del usuario final no tiene par con Windows XP.

Migrar es cambiar, y el cambio supone perjuicios al personal si no se plantea bien. Una evaluación experta de las opciones disponibles es esencial, y puntos de vista limitados sólo pueden producir resultados limitados. Dada la disponibilidad de una amplia gama de soluciones informáticas basadas en UNIX/Linux probadas, seguras y poderosas, los líderes de las TI de hoy día que hicieron carrera principal o solamente en el mundo de los SO Microsoft, deben examinar su anterior y limitada visión, evitar la mentalidad "centrada en el escritorio" que los condiciona, y asegurarse de que los méritos técnicos prevalecen a la hora de tomar decisiones.

Los administradores de sistemas deberán aprender nuevas técnicas del SO como parte de la migración, lo cual no debería ser problemático si dichas personas son competentes. La reducción de plantilla se producirá casi con total certeza en la migración de Windows a UNIX/Linux (ya que éste es uno de los beneficios centrales para una organización de la migración a UNIX/Linux). Los líderes de la TI deberán por tanto ser cuidadosos con sus administradores realmente entendidos y dotados de talento capaces de acomodarse a nuevos entornos. Aún así, el entrenamiento facilitará en mucho la transición técnica, y también un sano añadido de buena voluntad es necesario para eliminar la sensación de elitismo a veces sentida por usuarios del superior entorno informático UNIX/Linux hacia sus colegas que sólo usan Windows. Dichos conceptos interpersonales como el "tecno-elitismo" son perjudiciales para una migración eficaz.

No se ha mencionado en este libro blanco el antiguo y desgastado argumento pro-Microsoft de que con el uso de productos Open Source un usuario se queda sin recurso legal en caso de daños por defectos. Para tratar esto, solo hace falta mirar el EULA de Microsoft: "En ningún caso la Corporación Microsoft o sus suplidores estarán obligados por cualquier daño incluidos la directa, indirecta, incidental, consecuencial perdida de beneficios o daños especiales, incluso si la Corporación Microsoft o sus suplidores han sido informados de la posibilidad de estos daños". Igualmente no se ha cubierto en este libro blanco la pedantería de los ejecutivos de Microsoft al comparar el software Open Source con un cancer, el comunismo, el robo de la propiedad intelectual y otras cosas por el estilo.

Por las razones señaladas en este informe y apoyadas por la gran cantidad de datos reales que se acumulan con rapidez en la World Wide Web y en los entornos informáticos empresariales, es seguro, sensato y productivo migrar a UNIX/Linux y decir "No, Gracias" a Microsoft Windows NT, 2000 y XP.