4.2.1. El ratón

En el entorno que estamos estudiando el botón izquierdo del ratón se usa para seleccionar y arrastrar objetos. Para seleccionar, se coloca el puntero del ratón sobre el objeto y se pulsa el botón. Para arrastrar el objeto, se selecciona éste y sin soltar el botón pulsado se desplaza el puntero hasta la ubicación deseada en el escritorio.

El botón derecho despliega un menú propio del objeto sobre el que se encuentra el cursor. Pronto veremos algunas de las posibilidades que nos ofrecen los menús desplegables que nos ofrece este botón…

El botón central, que si no existe es emulado por la pulsación simultánea de los otros dos, se usa para manipular y mover texto.

Una sensación bastante común en Gnome es que el usuario encuentra "perezoso" el ratón, hay que moverlo demasiado para que el puntero (la flechita) se desplace hasta donde nosotros queremos exactamente. Esto se debe a la configuración inicial del mismo, que se puede cambiar. Vamos a hacerlo para poder trabajar con más agilidad.

  1. Pincha sobre el icono "huella" de Gnome  
  2. Sigue la secuencia aplicaciones >> preferencias del escritorio >> ratón.
  3. Se te abrirá una nueva ventana con tres solapas tal y como te aparece en la figura de la siguiente.
En la primera solapa podremos definir si nuestro ratón es para zurdos o para diestros, así como la velocidad del doble clic (el tiempo que ha de esperar el ordenador para considerar ese movimiento como doble clic o como dos clic simples).
En la segunda podremos elegir el tamaño y tipo de vídeo (normal o inverso) y también un detalle curioso: la localización del puntero. Si activamos esta opción, cada vez que pulsemos la tecla control, aparecerá un cuadrado girando alrededor de la flecha del ratón, ayudándonos a encontrarlo en la pantalla.
Por fin, en la tercera solapa, ajustaremos la velocidad de desplazamiento del puntero, su sensibilidad y el umbral de distancia al arrastrar y soltar.

Cuando hayáis realizado los cambios que consideréis oportunos, pulsad sobre cerrar, teniendo en cuenta que algunos de los cambios no se harán efectivos hasta que reiniciemos la sesión.